Quiero abrir el blog haciendo un pequeño homenaje a uno de nuestros héroes de la infancia. Se trata de Roberto Sedinho.
Roberto aparece en nuestras vidas de la mano de la serie "Oliver y Benji" representando a un alcohólico ex-jugador de fútbol. Barba de tres días, pelo despeinado, ropa rasgada, gafas de sol amplias...lo que ahora conocemos como metrosexual hace 20 años era carne de 'proyecto hombre'.
Pero Roberto fue más que un personaje de animación. A mi entender, era un adelantado a su tiempo. Él nos demostró que es posible combinar el alcohol con el deporte, y como ya he comentado antes, era un metrosexual. ¿Cuántos jugadores de fútbol son metrosexuales y beben hasta perder el sentido? Todos. Roberto era un genio.
A parte, tenía otras muchas cualidades. Hoy en día, si vives por la cara en casa de un amigo tuyo y encima te trajinas a su madre(MQMF) eres un ganador. Hace 20 años, Roberto Sedinho hacía esto y la gente lo pasaba por alto. Cuando conoce a Óliver, con la excusa de enseñarle a mejorar su juego, se instala en su casa. De todos es conocido que la madre de Óliver estaba sola, y que un hijo, por mucho cariño que te de, no llena el vacío que por otra parte un metrosexual como Roberto puede llenar. El número de horas que Óliver pasaba fuera de casa entrenando aumentaba al mismo ritmo que la libido de su madre se disparaba. Sin embargo, a Óliver no le importaba. Fueron muchas las ocasiones en las que Roberto quiso abandonar el hogar de los Aton con su petate a cuestas, pero la mirada de esa madre deseosa y de ese hijo futbolero llegaban al alma de aquel metrosexual.
En fin Roberto ha sido un ejemplo para todos. Nos enseñó a compaginar el alcohol con el deporte. Se podría decir que fue entrenador nuestro en todos los aspectos de la vida.